Cuento Africano

 Hola niños, niñas y adult@s, ¿cómo estáis???
Me llamo el caracol, "Col" y como yo camino lento, porque mi caminar es mi vida, que es lenta y reflexiva, da para mucho el contaros acerca de los cuentos Africanos. Y aquí vemos un mapa político de Africa, un gran territorio..., sí, sí, allí conviven los leones, las jirafas, con mis hermanos los caracoles y los seres humanos....

Pues de este gran territorio, de este gran continente, voy a contaros un cuento. Aunque antes, os diré cómo son los "cuentos africanos", por sus costumbres, por su cultura, por su relación con los animales, para ellos los cuentos son como también para vosotros, Grandes Maestros...

 

 En los cuentos africanos, se valora sobretodo, los valores del TRIUNFO, la ASTUCIA, enfrente de la fuerza bruta. El animal más astuto, en general es la liebre o conejo, en toda la extensión del Africa negra.

Y es natural, porque estamos hablando de tribus, de una cultura que vive para preservar su sobrevivencia. Y al mismo tiempo, habla de la relación natural y de la que se establece entre el ser humano y el animal, que han de saber coexistir juntos. 

 

También se da con frecuencia los cuentos que DESCRIBEN, que explican actitudes de los animales o de sus características físicas así como también explicación de los fenómenos de la naturaleza.

 

Hoy voy a contaros un cuento de la cultura TUAREG. La Cultura Tuareg, vive en el norte de Africa, en el Sáhara. Son un pueblo nómada.  El cuento se titula:

 

 

EL CHICO Y LAS AVESTRUCES

 

 Había un chico que se fue sólo por el mundo. Llegó a una extensión llana y desierta. Todos los animales huían de él. Primero se dirigió a las gacelas, estas huyeron de él. Después a los antílopes y también huyeron de él. Después se dirigió a los leones, y a los elefantes, y también huían de él. Hasta que llegó a las avestruces, y éstas se quedaron junto a él y éste se quedó a vivir con ellas, convirtiéndose en su compañero. 

Cuando iba a dormir, las avestruces le abrían sus alas y él dormía entre ellas.

Lo vestían con sus plumas. Comía lo misma que ellas, exceptuando el fessor (un arbusto espinoso) y las piedrecitas que eran muy duras para él.  Cuando creció, sus cabellos lo cubrieron enteramente y los llevaba arrastrando por el suelo.

 

 

 

Un día, unos hombres que montaban a caballo, siguieron su rastro ya que él estaba con las avestruces. Los siguieron hasta que los animales se levantaron de debajo del árbol. Las espinas del árbol retuvieron al hombre, que lo encontraron casi muerto.

 

Le pusieron aceite con perfumes por todo el cuerpo y finalmente recobró el sentido.

Y les dijo a ellos:   -"Las avestruces son mejores que todos los demás animales"- .

Al escucharlo los hombres, dijeron:  -"Prometemos que nunca mataremos avestruces, a causa del bien que han hecho por tí"-.

 

 

 Qué hermoso este cuento, ¿no os parece?

Seguro que tampoco nosotros mataremos a las avestruces, son tan simpáticas!!!

 

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BIBLIOGRAFIA:

CUENTOS POPULARES DE AFRICA. Selección De Renés Basset. Antología de todas las regiones de Africa. Ed. Erase una vez BIBLIOTECA DE CUENTOS MARAVILLOSOS

José J. de Olañeta, editor.2007